We face a crisis because 11 million undocumented persons live at the margins of our society. Our country has been eager to benefit from their labor, but reluctant to share much in return. Our current immigration policy is focused on deporting these people. Most of those we are deporting are not violent criminals. Many have been working here for at least a decade and have children who are U.S. citizens. One quarter of all deportees have been parents who are being removed from ordinary households.
Nos enfrentamos a una crisis porque 11 millones de indocumentados viven al margen de nuestra sociedad. Nuestro país ha estado ansioso por beneficiarse de su trabajo, pero reacio a compartir mucho a cambio. Nuestra actual política de inmigración se enfoca en deportar a estas personas. La mayoría de los que estamos deportando no son criminales violentos. Muchos han estado trabajando aquí por lo menos una década y tienen hijos que son ciudadanos de los Estados Unidos. Una cuarta parte de todos los deportados han sido padres que están siendo removidos de hogares ordinarios.
Archbishop José H. Gomez urges Americans to remember that they are a nation made great by immigration. He reminds Catholics that all immigrants, belong to God’s family. He has placed the resources of the local Church at the service of these people who are most in need. The Archbishop is calling for immediate and comprehensive immigration reform. He emphasizes three basic principles as the foundation for reform:
1. Every immigrant is a human person, a child of God.
2. We must keep families together.
3. Our nation should have secure borders and immigration laws that are just, realistic, and consistently and compassionately enforced.
El Arzobispo José H. Gomez exhorta a los estadounidenses a recordar que son una nación que se ha hecho grande gracias a la inmigración. Él les recuerda a los católicos que todos los inmigrantes pertenecen a la familia de Dios. Él ha puesto los recursos de la Iglesia local al servicio de estas personas que más lo necesitan. El Arzobispo está pidiendo una reforma inmigratoria inmediata e integral. Él hace énfasis en tres principios básicos como base para la reforma:
1. Todo inmigrante es una persona humana, un hijo o hija de Dios.
2. Debemos mantener a las familias unidas.
3. Nuestra nación debe tener fronteras seguras y leyes de inmigración que sean justas, realistas y aplicadas con consistencia y compasión.
Immigration is always an important moral issue. Christians in every age are challenged to practice hospitality (Hebrews 13:1-2) and welcome foreigners (Leviticus 19:34). Jesus identified himself with strangers in our midst (Matthew 25:35). In every age, people are displaced by war and other disasters. They flee oppression. They seek opportunities. In previous eras, waves of immigration have enriched the United States, and still today — industries ranging from hi-tech to construction and farm work — continue to depend on immigrants to provide needed labor and fresh perspectives. The Next America must be still more welcoming. There is no other way consistent with our founding principles. There is no other way to plan for our economic future.
La inmigración es siempre un asunto moral importante. Los cristianos de todas las edades son desafiados a practicar la hospitalidad (Hebreos 13: 1-2) y a dar la bienvenida a los extranjeros (Levítico 19:34). Jesús se identificó con los extranjeros entre nosotros (Mateo 25:35). En cada época, la gente es desplazada por la guerra y otros desastres. Ellos huyen de la opresión. Buscan oportunidades. En épocas anteriores, las olas de inmigración han enriquecido a los Estados Unidos, y aún hoy en día, industrias que van desde la alta tecnología a la construcción y el trabajo agrícola, siguen dependiendo de los inmigrantes para proporcionar la mano de obra necesaria y nuevas perspectivas. La Siguiente América debe ser aún más acogedora. No hay otra manera consistente con nuestros principios fundacionales. No hay otra manera de planear nuestro futuro económico.
For two decades, our country has refused to enforce its laws. So we now have millions of undocumented people living here. That includes millions of children who are U.S. citizens living with undocumented parents. These children have the right to grow up confident that their parents will not be deported. What is the alternative? Do we want to consign their fate to overworked caseworkers in an underfunded court system? No. We must stop the threat of deportation for those who are not violent criminals. But that is not enough. We must acknowledge the reasons why we are in this mess. We have built an economy that depends upon immigrant labor; yet we have not changed our laws in any corresponding way. After decades of non-enforcement, nothing short of deep reform will work.
Durante dos décadas, nuestro país se ha negado a hacer cumplir sus leyes. Así que ahora tenemos millones de indocumentados viviendo aquí. Eso incluye a millones de niños que son ciudadanos estadounidenses que viven con padres indocumentados. Estos niños tienen derecho a crecer seguros de que sus padres no serán deportados. ¿Cuál es la alternativa? ¿Queremos confiar su destino a trabajadores sociales con exceso de trabajo en un sistema de tribunales insuficientemente financiado? No. Debemos detener la amenaza de deportación para aquellos que no son criminales violentos. Pero eso no es suficiente. Debemos reconocer las razones por las que estamos en este lío. Hemos construido una economía que depende del trabajo de los inmigrantes; sin embargo, no hemos cambiado nuestras leyes de ninguna manera. Después de décadas de no aplicarlas, nada menos que una reforma integral funcionará.